La falta de comunicacion

Una encuesta muy confiable dio a conoser que marido y mujer solamente se comunican durante 17 minutos en toda la semana. Algo que causa estupor. Vivimos en la era de las comunicaciones: telefonos, telex, satelites, television, fax, radio, cine. Sin embargo las personas cada dia nos comunicamos menos.


Cuando los actuales conyuges eran novios, no terminaban de hablar. Siempre buscaban un pretexto para comunicarse. El llegaba a visitar a la novia y, a pesar de que la noche avanzaba, no se iba y no se iba... La superticiosa abuelita hasta ponia una escoba detras de la puerta para apresurar la partida, pero ini asi se iba el novio! Era bello ese tiempo que los novios empleaban en comunicarse! Siempre tenian algo lindo que decirse! Pero, lastimosamente, durante el matrimonio, las palabras se van terminando! Algunos matrimonios ya adoptaron un "lenguaje Morse": "Si. No. Ah, vaya". Punto raya. Otros matrimonios ya necesitan de un interprete. El esposo le dice a la hija: "Decile a tu mama que no sea tan impertinente". Y la esposa esta alli enfrente.

Cuando Jesus quiso llegar al corazon de la perdida mujer samaritana, busco dialogar con ella. La mujer se resistio al principio; trato de enredarlo en una acalorada discusion. El Senor con amor la fue haciendo reflexionar, hasta que aquella  mujer dejo que la Gracia invadiera su corazon. Nuestro pueblo sencillo dice: "Hablando se entiende la gente". Asi es. Cuando la gente logra comunicarse, muchos malos entendidos se disipan. Se logra llegar al corazon y a la mente. Cuando la gente no se comunica, abundan los prejuicios, se agrandan los defectos, los errores.

El dialogo no consiste en "contarle sus cuatro verdades" al conyuge. Si alguien se siente agredido verbalmente, es logico que se defienda. Entonces habra una pelea, otro acalorado enfrentamiento. Dialogar es buscar el momento preciso y la manera adecuada para decir lo que se dabe decir; lo que tiene que ser aclarado. No con la intencion de "herir", de hacer sentir mal al otro", sino de ayudarlo a reflexionar, a mirar imparcialmente un "nuevo punto de vista" que podria arreglar una determinada situacion.

Un esposo contaba que su esposa lo habia llevado a un juzgado. cuando estaba ante el juez, ya sin ninguna esperanza de arreglo, al fin pudo escuchar con imparcialidad las razones de su esposa. Nunca antes habia escuchado con serenidad. Entonces, se dio cuenta de que ella tenia razon. Se lo dijo. Pero ya era tarde; la esposa no quiso echar pie atras.

Muchos problemas familiares se solucionarian mas facilmente o se evitarian, si esposo y esposa hablaran mas entre ellos; si resucitaran los sabrosos dialogos del tiempo del noviazgo. Si no platican, deben prepararse para pelear. Si no dialogan, terminaran por tirarse los platos, y pondran en peligro la estabilidad de su familia.

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