El exceso de Licor



El taxista que me llevaba al aeropuerto de Miami, en Florida, al pasar por un edificio de muchos pisos, me dijo: "Alli tengo mis acciones". Me quede sorprendido, pues veia que aquel chofer era muy pobre. El se sonrio y me dijo: "Es la licorera mas importante del pais; alli va a parar el dinero de la mayoria del pais". Una gran verdad me estaba diciendo aquel taxista con su broma. El licor es una de las grandes plagas de nuestros paises. Cada familia tiene su historia negra con respecto al licor. Son muchos los hogares que se desmoronan, cada dia, debido al alcoholismo.

La Biblia narra el caso de un buen hombre, Noe, que despues del diluvio encontro unas uvas; le gusto en demasia su jugo; bebio y bebio hasta que se emborracho y dio un pesimo espectaculo ante su familia. Noe lo hizo inocentemente. Desconosia los fatales efectos del licor. En la actualidad, nadie desconoce lo terrible que es licor. Estamos acostumbrados a ver, con horror, como cambia la personalidad de los individuos bajo el efecto del licor. Se embrutecen, insultan. Golpean a los seres mas inocentes. Atropellan. Se animalizan. Seria conveniente que a los borrachos se les tomara un "videocassette" y se les mostrara despues para que se pudieran contemplar "animalizados". Son muchas las esposas martires que esconden su triste historia de golpes, de injusticias, de pobreza, a causa del maldito licor. Abundan los hijos que han quedado traumados por los excesos de licor del papa o de la mama. De alli vienen su ansiedad, su inseguridad, sus miedos, sus terrores. Y pensar que muchos de esos hijos, al no poder resolver, mas tarde, sus traumas, terminan por seguir las huellas del papa alcoholico!

Despues de la navidad, llego un senor llorando; durante la fiesta se habia emborrachado y habia armado un escandalo en su familia. Estaba avergonzado. Le dije: "Con llorar no se arregla nada; usted necesita demostrarles, con los hechos, a su familia que esta arrepentido y que no va a repetirse lo de la noche de navidad". El Senor tiene indicaciones muy concretas para casos criticos de la vida. Dice el Senor: "Si tu ojo derecho te hace caer en pecado, sacatelo y echalo lejos de ti; es mejor que pierdas una sola parte de cuerpo, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno" Mt 5, 29.
En ciertas ocasiones especiales, el Senor nos exige tomar medidas drasticas. A algunos, que tienen propension al alcoholismo, el Senor les exige que ni siquiera olfateen el licor. Mientras no se decidan a tomar esa medida "radical" estaran demostrando que no se han convertido; que no estan haciendo la voluntad de Dios. Si alguien continua emborrachandose, no se puede llamar cristiano, seguidor de Jesus. Si no ha cortado con el vicio del alcoholismo, es senal que su conversion es "ficticia"; el que, de veras, ha "nacido de nuevo", no puede estar reincidiendo continuamente en borracheras.

Es una verguenza para nuestra iglesia que muchas fiestas patronales degeneren en excesos de licor, en escandalos. Es una inconsecuencia llamarse cristianos, y no poder celebrar una sencilla fiesta familiar, sin que haya borrachos y liviandades propias de personas sin Dios, y no de familias que se llaman cristianas.

Al enfermo que se encontraba paralitico junto a la piscina de Betesda, el Senor le pregunto: "Quieres ser curado?" Jn 5, 6. Parecia una pregunta sin sentido; se suponia que aquel paralitico estaba alli porque deseaba su curacion. La pregunta de Jesus tiene mucho sentido. Muchos enfermos, en el fondo de su subconciencia, no quieren ser curados; tienen miedo a ser libres; tienen temor de afrontar su nueva situacion de gente sana. A muchos enfermos de alcoholismo habria que preguntarles si, de verdad, quieren ser curados. Muchos estan aferrados a su botella, que les ayuda a atontarse para no ver su realidad indeseable.

Con gozo he podido constatar como cuando una persona se convierte, de veras, y se entrega al Senor, su problema de alcoholismo se esfuma inmediatamente. San Pablo decia: " No se emborrachen con vino, sino llenense del Espiritu Santo" Ef 5, 18. El que esta lleno del Espiritu Santo, tendra la fuerza suficiente para resistir la mala inclinacion del licor. El que tiene gozo del Espiritu Santo, no tendra que buscar el gozo artificial en el fondo de una botella.

Si alguien ama a su familia, si no quiere convertir a su esposa y a sus hijos en martires de su alcoholismo, debe, en primer lugar, llenarse del Espiritu Santo que le proveera del poder de lo alto para hacer frente a la tentacion del licor; luego debe tomar la firme determinacion de ni siquiera olfatear el licor, pues el Senor le pide que le entregue ese idolo que lo esta fascinando. Mientras el que tiene el problema con el licor no haya tomado estas determinaciones drasticas, continuara siendo zarandeado por el licor y no dejara de ser un verdugo para su familia.

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